La estructura metálica para galpones trae varias ventajas para obras de diferentes tamaños y segmentos, como la cobertura de naves industriales, silos para almacenamiento de granos e incluso Pequeñas Centrales Hidroeléctricas (PCH). Entre estas ventajas, destacamos la mejor relación coste-beneficio y la sostenibilidad en el trabajo.
Sin embargo, el acero sigue siendo un material poco explotado en la construcción civil. Aunque el mercado del acero creció en 2021 -en gran parte relacionado con la demanda reprimida por el tiempo de inactividad debido a la pandemia de Covid-19-, actualmente este mercado presenta una tendencia a la baja del 8% interanual.
Esta expectativa fue planteada por Alacero, una entidad que agrupa a más de 60 fabricantes de productos de acero en América Latina. A pesar de la tendencia a la baja, los especialistas afirman que, aun así, el volumen de consumo de acero será mayor que en los años anteriores a la pandemia.
Esto nos demuestra que, a pesar de la desinformación y la inseguridad de algunos proyectistas, el acero es un material con un buen rendimiento en términos financieros y de sostenibilidad, además de aportar varias otras ventajas a las obras. Muchos gestores han prestado atención a este escenario, lo que explica el interés relativamente creciente por este material.
Con esto en mente, hemos preparado este contenido que aporta una breve visión general del uso del acero en la construcción. Enumeraremos los principales beneficios de invertir en el uso de la estructura de acero para cobertizos y mostraremos que el retorno está garantizado cuando el proyecto está bien ejecutado. Compruébalo.
¿Por qué el acero sigue ocupando el segundo lugar en la construcción civil?
El desconocimiento por parte de la cadena de producción de lo que se puede hacer con el acero en la construcción civil es una de las razones que aún mantiene a este material en una posición desfavorable respecto al hormigón. Para hacernos una idea, el porcentaje de uso de la estructura de acero en las obras de construcción en Brasil varía entre el 10 y el 15%, mientras que en otros países más desarrollados esta cifra ronda el 70%.
Esta versatilidad de la estructura metálica -ya bien explotada en otros países- podría aprovecharse mejor en Brasil. Para hacerse una idea del potencial de este material, existen más de 3.000 tipos de acero, algunos de los cuales son específicos para la construcción civil.
Lo que ocurre es que, muchas veces, la falta de orientación y la falta de preparación de quienes dirigen el proyecto acaban reduciendo la calidad de las obras, simplemente porque ciertos materiales no fueron bien aprovechados en todo su potencial.
Esto era lo que solía ocurrir con el acero, ya que la falta de información sobre sus subsistemas generaba inseguridad respecto al uso del material. Incluso en las universidades brasileñas, la formación de los ingenieros favorece el hormigón frente al acero.
La excepción es el sureste - especialmente Minas Gerais, São Paulo y Río de Janeiro - porque estos estados albergan muchas fábricas de acero y ya tienen más conocimientos sobre el material. La baja competitividad del acero en comparación con el hormigón armado se debe también a la informalidad del mercado brasileño en este sector.
"En Brasil existe una clara división en el sector entre la construcción formal y la informal, siendo los profesionales informales la mayoría. Esto hace que el proceso de competencia sea injusto, ya que la informalidad opera sobre la base del 'sentimiento' y el conocimiento popular, en detrimento del uso de normas técnicas y de rendimiento", explican los ingenieros Luciano Pires (LSP Consultoria e Representações) y Rodrigo Pedreira (Carvalho Pedreira Engenharia).
¿Vale la pena utilizar una estructura metálica para los cobertizos?
Aunque la mayoría de los profesionales se dirigen a la comprensión de la mampostería como primera opción, la realidad es que el hormigón armado no siempre será la opción más adecuada. Pero una cosa es cierta: cuando se opta por un determinado material, es necesario que toda la proyección de la obra se ajuste a ese mismo concepto. "En un proyecto residencial, por ejemplo, el vano de la casa tiene que estar diseñado para trabajar con hormigón o acero", explican Luciano y Rodrigo.
El diseño de la obra es un factor relevante y limitante del proyecto, sin embargo, siempre que se planifique desde el principio, el acero puede utilizarse en cualquier construcción, lo que supera cualquier limitación anterior.
"Lo que queremos destacar es la comprensión de que no hay un material bueno o malo, sino el diseño del proyecto", reafirman los ingenieros Luciano Pires y Rodrigo Pedreira. El segmento del proyecto que se desarrollará también interfiere en la concepción de las obras, ya que algunos segmentos son muy agresivos para las estructuras de acero, como en el caso de las industrias químicas, de ácidos y de fertilizantes.
En estos casos, la opción del acero debe tener en cuenta todos los subsistemas en los que habrá que trabajar para poner en práctica la obra. La elaboración de una fachada de vidrio para proteger el material, la implementación de una capa de aluminio compuesto, el tratamiento de la pintura, entre otros ajustes, serán esenciales para la calidad de la estructura metálica para almacenes en cada caso.
Entre las ventajas más evidentes de la utilización de una estructura metálica para los almacenes destaca la importante reducción del tiempo de construcción: una media del 40%. Es decir, la obra estará lista en casi la mitad de tiempo que otra que tenga el hormigón como primera opción.
La elección del acero es muy inteligente también desde el punto de vista de la sostenibilidad industrial. Como el material no genera residuos ni escombros, el trabajo se optimiza, es más económico y la obra queda siempre limpia, ya que la estructura llega lista para ser instalada.
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¿Cuáles son las ventajas de la estructura metálica para los cobertizos?
n adelante detallaremos las ventajas del uso del acero en la estructura metálica de los edificios industriales, considerando aspectos como la funcionalidad, la versatilidad y el retorno de la inversión.
Acelera la entrega del trabajo
Al ser un material maleable y más ligero, la opción de las estructuras de acero en comparación con las estructuras convencionales de hormigón armado acelera considerablemente la entrega del proyecto. Este aspecto tiene una importancia extra en los proyectos industriales, teniendo en cuenta que el retraso en la ejecución de una obra supone un parón en la cadena de producción y una caída en la facturación.
Reduce los costes de producción
Además de tener la obra entregada a tiempo, quienes eligen la estructura de acero también ahorran en el coste global del proyecto. Aunque los presupuestos con acero son más elevados al principio, el coste-beneficio merece la pena, ya que la ligereza del material alivia los cimientos e interfiere en el gasto indirecto con la mano de obra y el transporte. Sin olvidar que la agilidad en la entrega del trabajo favorece la continuidad de las operaciones de fabricación.
Hace que el proyecto sea más sostenible
Los edificios hechos con acero son más limpios y sostenibles, ya que el material se fabrica fuera de la obra y no deja residuos en la misma, como en el caso de la mampostería. El diseño es también más bello estéticamente, en gran parte debido a la combinación con elementos como el vidrio, además de la posibilidad de que el acero esté empotrado.
Promueve la flexibilidad de horarios
La flexibilidad es otra de las ventajas de utilizar una estructura metálica para cobertizos, ya que permite ampliar el espacio o incluso desmontar y trasladar la estructura si es necesario. No es necesario romper el muro para poner una puerta, por ejemplo, como en el caso de una estructura convencional de hormigón armado.
Es un material ligero, resistente y duradero
Un gran diferencial de la estructura metálica es el peso. Como los materiales utilizados son más ligeros, la cimentación requerirá una menor cantidad de bloques, lo que genera menos tensión en los pilares y las vigas, retrasando el desgaste con el paso del tiempo. La resistencia y la durabilidad son otros diferenciales. Para que te hagas una idea, un cobertizo con estructura metálica puede durar siglos.
Aporta modernidad y versatilidad a la obra
Un material como el acero permite a los diseñadores crear varias configuraciones con diferentes estéticas. Es posible, por ejemplo, crear grandes vanos sin pilares ni muros estructurales. Esta versatilidad del material da lugar a obras más modernas e innovadoras, que también ganan en términos de aumento del valor de la promoción.
Presenta la mejor relación coste-beneficio
Hablamos de la ligereza del acero en relación con la estructura de hormigón, que puede ser un 30% más pesada. Esta ligereza genera un alivio de la carga en los cimientos, lo que hace que la obra sea más duradera y económica a medio y largo plazo. Por lo tanto, cuando se trata de la relación coste-beneficio y el retorno de la inversión, la estructura metálica es sin duda más ventajosa.
Tiene una mayor resistencia a la temperatura
La construcción civil industrial requiere a menudo trabajar con materiales resistentes al calor, que no sufren efectos como la dilatación y el alabeo debido a la exposición térmica. También en este caso, el acero es más ventajoso e incluso puede utilizarse con mucha seguridad para fabricar calderas, turbinas de vapor, hornos industriales, etc.
Todas estas ventajas justifican la inversión en estructuras de acero. Al hacer una elección consciente, además de los beneficios asociados a la nave metálica, el gestor también gana en sostenibilidad industrial y optimización del coste de la obra.
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